Un cold email es un correo que se envía a una persona que no te conoce. Pero no tiene por qué ser incómodo, invasivo ni spam. En la edición #15 de mi newsletter La fábrica de boletines, explico cómo usar esta herramienta para dar a conocer tu newsletter y conseguir nuevos suscriptores: Cómo escribir un cold email.
El envío complementa la táctica de los tres círculos (edición anterior) y entrega una guía clara dividida en cuatro momentos, siguiendo el clásico modelo AIDA:
- Atención: el asunto del correo debe despertar curiosidad sin caer en el clickbait.
- Interés: las primeras líneas tienen que conectar con algo relevante para la persona.
- Deseo: mostrar qué valor aporta tu newsletter y por qué vale la pena leerla.
- Acción: pedir con claridad que se suscriban, compartan o respondan.
El boletín incluye ejemplos reales, tanto para quienes lanzan un boletín como para quienes buscan oportunidades laborales o colaboraciones.
Uno de esos ejemplos me sirvió personalmente: un cold email bien escrito me llevó a dictar un curso en una universidad.
La idea no es escribir correos en masa, sino construir relaciones. Un buen cold email es inesperado, personal y útil. Y puede abrir muchas puertas. Si te interesa, lee la edición que envié acá.
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En La fábrica de boletines comparto tácticas concretas como esta, además de consejos, guías y ejemplos para ayudarte a crecer. Suscríbete y recíbelo cada semana.

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