Ingenieros, bomberos, carabineros, militares, políticos, niños, lugareños, periodistas, fotógrafos, documentalistas, predicadores, cantantes, un payaso, un pedalero. El campamento Esperanza reúne una fauna exótica y expectante, cuya atención confluye hacia el proceso de rescate de 33 mineros atrapados bajo este páramo árido, yermo y, de ahora en adelante, icónico.
{TEXTOS y FOTOGRAFÍAS: Patricio Contreras}
La alcaldesa
María Segovia, la hermana de Darío, la cabecilla espontánea, es una de las predilectas de esta prensa inquilina. Su carácter, su vozarrón, su desplante, su euforia y ánimo alimentan el espíritu en medio de esta tierra baldía. En su carpa hay un cartón donde se lee «Vivan los mineros mierda». A viva voz los carabineros le dicen «alcaldesa» —un título honorífico y campechano—, mientras los periodistas la saludan de beso y abrazo, como si visitaran una tía lejana pero cariñosa, muy cariñosa.
Segurito
Alejandro Pino, Gerente de la Asociación Chilena de Seguridad, se pasea con soltura, canchero, conciente de que su chaqueta verde atrae focos y micrófonos. Viene a la mina a presentar los lentes Oakley que usarán los mineros al salir de la cápsula. La prensa lo rodea, Pino da la explicación de rigor —lentes livianos, protección contra rayos UV—, aunque debe repetirla unas cuatro o cinco veces, satisfaciendo a los rezagados que no acudieron a su llegada, a aquellos que quieren el «mono» sólo con el micrófono de su medio, o los que transmiten en vivo, como el matinal Mucho Gusto, de Mega, con el siempre risueño Álvaro Sanhueza.
La conferencia
Flanqueado por una caseta verde y el container de Carabineros, el espacio donde se desarrolla la conferencia de prensa es la caldera mediática del campamento Esperanza. Ya sea Golborne o Sougarret, el lugar se repleta de periodistas que dialogan en español e inglés, aunque sus lenguas nativas van del ruso hasta el japonés. Los trípode, esclavizados y solitarios en las noches y la alborada, reciben una interesada compañía —las cámaras polvorientas— al mediodía, cuando se concreta este encuentro diario.
Los periodistas
De ser un campamento de familias devino en un refugio de periodistas, camarógrafos, fotógrafos, escribas, productores, sonidistas, técnicos y un largo etcétera asociado al trabajo de los medios de comunicación. Esta es una galería del trabajo que hacen en los faldeos de la mina San José, hablando con los ministros, despachando en vivo, produciendo la escena, encaramados en sus tarimas, conversando con familiares.