Sólo $300 mil costó implementar un taller conjunto del Consejo de la Cultura y Gendarmería. En él, 17 internos demostraron talento y constancia.
Patricio Contreras Vásquez
Risueños, pero tímidos. Así se mostraron el lunes al mediodía los 17 reclusos del Centro Penitenciario Colina I, al presentar su creación colectiva: «Identidad chilena», un mural de nueve metros de largo, hecho en látex, que plasma sus visiones sobre nuestra cultura y geografía.
La obra, elaborada durante tres meses y en sesiones de dos horas, fue producto de uno de los talleres organizados por Gendarmería y el Consejo de la Cultura en el recinto penal.
Muchos de los internos no tenían vínculo con el arte. Otros, en cambio, poseen un evidente talento innato. Por ejemplo, Sergio Bravo, quien es afín a la pintura realista y autor de impecables reproducciones de famosos cuadros, entre ellos el «David y Goliat» de Caravaggio. «Se necesitan materiales, aquí no hay espacio, no hay tranquilidad», dice Bravo. «Uno está pintando dentro de una jungla».
Los profesores del taller fueron Ramiro de la Peña y Daniela Gallardo. «Este trabajo se proyectó como una obra colectiva», cuenta De la Peña. Los reclusos, en vez de pintar de una sola vez el mural en la pared, trabajaron en cuadrados, que luego se sumaron. «Eso exige que cada persona vaya cumpliendo, e integrando cada sección para que funcione un todo. Así se trabaja más en equipo y se conversa más».
La instancia también permitió reforzar vínculos filiales. Remy Huerta es un recluso que se traslada por Colina I en silla de ruedas. Tiene dos hijas ligadas al arte: Alejandra, que estudia artes visuales en Holanda, y Camila, licenciada en historia y teoría del arte. Gracias a un permiso de Gendarmería, Camila acompañó a su padre en los talleres, quien reconoce que recién así, «a través de las pinceladas de la pintura», pudo conocer a su hija.
«Cuando pinto y escribo en la cárcel —aclara Remy Huerta— para mí es una ventana hacia la luz, una luz especial. Nos olvidamos del entorno, de las rejas y de los muros, y salimos a mirar el paisaje, la cordillera, las aves que vuelan, la luz del mar».
Teresa Huneeus, directora del Consejo de la Cultura de la Región Metropolitana, adelantó la existencia de un nuevo convenio entre esa entidad y Gendarmería (Ministerio de Justicia), para realizar talleres musicales y de lectura, entre otros. Para estos programas existe un presupuesto 2011 de $73 millones. En el caso del mural, la inversión total fue de $300 mil.