«Púseme a escribir y he aquí el libro. Me empujaron, quise ensayar…
Y ahora señores críticos profesionales de cierta prensa, pueden ustedes prepararse para descargar toda su bilis sobre mi librito.
Ancho campo tienen para lucir sus dotes de buitres de la literatura.
Vamos, preparen sus garras, afilen el pico, que aquí les esperan sus víctimas: estas pobres páginas escritas al correr de la pluma, llenas de valor y de verdad».
Joaquín Edwards Bello
Santiago, julio de 1910