El crítico Antonio Romera lo hermanó, junto a Valenzuela Puelma, Valenzuela Llanos y Juan Francisco González, como uno de los cuatro «Grandes maestros de la pintura chilena». Lira compatibilizó sus estudios de Derecho -profesión que nunca ejerció- con cursos en la Academia de Pintura, donde fue tutelado por Alejandro Cicarelli y Antonio Smith. En sus más de 500 pinturas, abordó aspectos cotidianos, retratos y paisajes. Vivió en París, fue profesor por tres décadas y gestionó numerosas exposiciones de arte en nuestro país.
Su legado a Chile. Una fecunda labor como pintor, maestro y difusor de las artes en Chile, amén de traducciones y su «Diccionario biográfico de pintores».